La Angiografía es una técnica de diagnóstico que permite el estudio del sistema vascular: arterias (arteriografía) y venas (flebografía). La angiografía puede ser invasiva (se inyecta un contraste radiológico a través de un catéter alojado en el interior de la arteria o vena, y posteriormente se adquieren radiografías) y no invasiva (angiografía mediante TC o RM, se consigue contrastar las arterias mediante la inyección endovenosa de contraste, sin necesidad de colocar catéteres). Las imágenes que se obtienen proporcionan un mapa detallado del sistema vascular en estudio (ej.: arterias coronarias, arterias cerebrales y del cuello, arteria aorta, arterias de extremidades inferiores, etc.) y su posible patología.
Además de una técnica diagnóstica, la angiografía puede ser un procedimiento intervencionista terapéutico: una vez diagnosticada la patología vascular, esta se puede reparar mediante la colocación de endoprótesis (stents), balones inflables intraarteriales (angioplastias), todo ello sin necesidad de cirugía.
Definición amplia
El término angiografía se refiere por lo general a las distintas técnicas radiológicas que se utilizan para obtener imágenes con referencia al diámetro,, aspecto, número y estado clínico de las diversas partes del aparato vascular.
La angiografía se puede dividir en dos fases: la primera consiste en introducir el medio radiopaco o de contraste que permitirá que las venas, arterias o vasos linfáticos sean visibles a la radiografía; la segunda fase es tomar la o las radiografías de acuerdo a la secuencia predeterminada con objeto de realizar el estudio de los vasos en cuestión.
Subdivisiones
La palabra angiografía sigue siendo un término genérico por lo que para cuestiones técnicas, debe subdividirse según el tipo de examen y el órgano que se va a explorar:
- Flebografía. Permite estudiar el recorrido de la circulación venosa.
- Arteriografía. Deja observar anomalías de los vasos sanguíneos. Un estudio de este tipo es la angiografía con fluoresceína, una técnica que utiliza fluoresceína como medio de contraste.
- Angiocardiografía. Examen que permite al facultativo verificar el estado clínico de las arterias del corazón.
- Angioneumografía. Para detectar estados alterados en las venas y arterias pulmonares.
- Linfografía. Examen para ver el estado de los vasos linfáticos.
Técnica
La angiografía es una técnica invasiva, pues requiere la introducción de un catéter en una arteria periférica, con frecuencia se usa la arteria femoral o incluso la vena cubital. Sin embargo existen técnicas no invasivas, como la angiografía por tomografía computarizada para detectar un número importante de patologías con la misma precisión que la técnica invasiva.
El proceso se basa en en la administración por vía intravascular, de un contraste radiopaco. Los rayos X no pueden atravesar el compuesto por lo que se revela en la placa radiográfica la morfología del árbol arterial así como sus distintos accidentes vasculares, émbolos, trombosis, aneurismas, estenosis...
Al tener la sangre una densidad similar a la de los tejidos circundantes se requiere añadir un contraste radiopaco (que absorbe la radiación X) para que sea visible en la radiografía.
La angiografía más habitual es la arteriografía coronaria. Mediante el catéter administramos el contraste en el área que queremos visualizar. Se introduce el catéter por la ingle o el antebrazo y se avanza cuidadosamente por el sistema arterial hasta alcanzar una de las dos arterias coronarias. Las imágenes obtenidas del tránsito del contraste y su distribución junto a la sangre nos permiten visualizar la apertura de las arterias. El diagnóstico de ateroesclerosis o de placas de ateroma mediante esta técnica deberá ser respaldado por otros procedimientos diagnósticos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario